martes, 8 de abril de 2014

1-IV-2014 Jhinu

He conseguido apropiarme de la terraza del lodge, todo un logro teniendo en cuenta que nada por aquí un grupitos de franceses, muy dados en estos ambientes a tomar posiciones en las zona más estratégicas. Así que tengo la ubicación perfecta para observar el desfile de caminantes entremezclados con porteadores.
Thamel, Kathmandú: parece breve, ¿no? ¿Sería interrumpida por la horda gala? No es tan fácil arrebatar una terraza a estos grupitos. No, nada de eso. Los franceses siguieron camino hacia arriba, y yo seguí durante unas cuantas páginas rememorando la bajada del ABC. Otra vez tuve suerte y acudieron al rescate una ecuatoriana, un polaco y un francés. Las conversaciones habituales, agradable, sin duda, pero la emoción de los días de subida, la expectación, se ha perdido. Es diferente: ahora también me levanto de madrugada a admirar el Machhapuchhre, también saco montones de fotos, también lo contemplo, lo saboreo a distintas luces. Sé que he estado justo ahí, debajo, respirándolo. Pero ahora tengo que preguntar ¿será está la última vez que lo vemos? Y camino mirando hacia atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario