lunes, 7 de octubre de 2013

¡Y van 3!

¿Otra vez a Japón? ¡Pero qué te dan allí! ¿No hay más lugares en el mundo? (de hecho, los hay, acabo de llegar de Chile) ¿Y lo de Fukushima? ¿No irás al norte, no? ¿Y también a Corea? Pero a cuál, ¿a la del norte o a la del sur?

Estas dudas existenciales y algunas más serán respondidas ¡EN VIVO Y EN DIRECTO!. O eso pretendo, darle vidilla al blog y lanzar entradas más o menos diarias (ya me estoy rajando... no, venga, algún día descansaré, o el wifi "no funcionará",  siempre nos quedarán los fallos tecnológicos como gran excusa).

He aquí el plan:

  • Hokkaido: estaré por el camino del mar del norte unos 9-10 días. Momiji (llego por los pelos), volcanes, delicias culinarias, lagos, conducir por la izquierda, cerveza (¡no a la vez!) y cascabeles para ahuyentar a osos hambrientos.
  • Tohoku: retomo el plan de 2011, cuando, por un día, me libré del terremoto. Me encontraré con la amiga que no pude conocer y me enseñará las maravillas de esta región. Más momiji, más montañas (de eso nunca hay bastante), la bahía de Matsushima y, quién sabe, ¿habrá karaoke? No hay que desperdiciar ocasiones de hacer el ridículo entre desconocidos.
  • Corea del Sur: Seúl, Golgulsa y Gyeongju. Sólo con aprender a pronunciar correctamente alguno de los sitios por donde voy a pasar, casi me conformaría. Una semana por este extremo del continente asiático, tiempo justo para ir de la DMZ a los túmulos funerarios de Gyeongju, pasando por prácticas de sunmudo (arte marcial budista), dormir en un hanok (casa tradicional coreana) y, quién sabe, alguna montaña (no, nunca son suficientes)
  • Tokyo: tres días maratonianos de citas con amigas y visitas pendientes (Tsukiji, Odaiba). Lo de quedar con amigas que también están de viaje por Japón puede ser especialmente divertido: eso de decir "nos vemos en Shinjuku para tomar algo", no sé, no me imaginaba yo que llegaría a decir nunca. Tampoco será para perderse cuando se den cuenta de mi nivel de desconocimiento de Tokyo (tendente a infinito) o de mi soltura al pedir en un izakaya, ese dedo índice que tan hábilmente señala y pide raciones en cualquier idioma.

Como podéis comprobar en este super google mapa que he tuneado yo misma, voy a dar un par o dos de vueltas, con la venia de las aerolíneas.

Viajar es fácil, sólo es cuestión de seguir las flechas.

Está claro, ¿no? Si todo marcha regularmente bien, nos veremos por aquí. Y si no, desde la B hasta la Z hay muchos planes alternativos. Mata ne!

2 comentarios:

  1. Ko-chan! Qué animada, hasta te vas a Sendai que podría ser osado. No dejes de Informarnos!

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  2. Mi viajes comparados a los tuyos son de dominguero.

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